El mito de la comunicación efectiva

Pörksen: Pero ¿por qué no quiere, por ejemplo, para explicar cómo dos personas hacen una cita, recurrir a los modelos de comunicación habituales? Tienen por lo menos la ventaja de ser muy simples y plausibles: tenemos a un emisor y a un receptor y un canal de comunicación que une a ambos. La comunicación y orientación mutua funcionan a través de un sistema de signos o símbolos verbales o no verbales que sirven para transmitir información.

Maturana: Por supuesto que es posible describir cómo nosotros dos, en cierto momento del día, levantamos el auricular del teléfono, anotamos algo en nuestras agendas y finalmente volvemos a colgar. Por supuesto que puedo describir estos actos observables con ayuda de los modelos habituales de comunicación y recurriendo a la idea de la transmisión de información, para acotar luego que por lo visto acabamos de ponernos de acuerdo, que hubo comunicación. Pero esta caracterización se refiere sólo al fenómeno, a lo visible, y no permite percibir las operaciones sistémicas y sus relaciones con la dimensión relacional.[C1Es posible hablar de comunicación en los humanos; sin embargo, solo estos últimos poseen lenguaje, dado que su accionar es en cuanto existe la relación con el otro; los otros seres vivos no comparten este tipo de ]

Pörksen: ¿Qué significa desde su perspectiva si a pesar de eso se habla de comunicación efectiva y de que tuvo lugar una transmisión de información?

Maturana: En la suposición de que hubo comunicación, se trata del comentario de un observador que está observando a seres vivos estructuralmente acoplados, y que percibe un devenir de interacciones recurrentes y recursivas. Quien habla de transmisión de información, registra – igualmente desde la perspectiva de un observador – una interacción concertada. Inventa un concepto con el que pretende explicar conductas coincidentes pero que provienen de las coherencias estructurales que no está tomando en cuenta. Muy luego se verá en aprietos cuando tenga que explicar los malos entendidos y las grandes diferencias de percepción, porque no siempre pueden ser vistas como una negativa malintencionada del receptor a utilizar adecuadamente la información recibida.

Pörksen: ¿Por qué está tan desconforme con estos modelos y descripciones? Podrían perfeccionarse, por ejemplo, estudiando y analizando mejor el instrumento de orientación reciproca que es el lenguaje. Es el lenguaje que mediante el uso de palabras y frases permite entenderse y sintonizarse. Visto así, los signos lingüísticos son el medio de acuerdo.

Maturana: Eso lo veo completamente distinto; el fenómeno del lenguaje se basa, por un lado, en una congruencia estructural especial que es el resultado de la historia de las interacciones. Si se considera qué condiciones deben darse para poder hablar de la existencia de lenguaje, se verá que debe haber una coordinación de coordinaciones de conductas. Los signos, digo yo, son secundarios, y no primarios para el lenguaje. La situación originaria de uso de lenguaje la puedo graficar con un ejemplo muy cotidiano: un hombre está parado en una calle de doble vía. Necesita un taxi, pero los taxis que pasan por su lado van todos llenos. Finalmente, gesticula a un taxista que pasa en sentido contrario, y cuando capta la atención del conductor, gesticula de nuevo, esta vez dibujando un circulo con su brazo en el aire.

Pörksen: Y el taxista da la vuelta...

Maturana: Exactamente. Como resultado de este segundo movimiento de brazo se cambia de vía para tomar a su pasajero. ¿Qué pasó? Bueno, lo que pasó quedará claro si uno se imagina que de repente el hombre decide subirse a otro taxi que justo llegó un poco antes, y el conductor al que le hizo señas se queja: "¿Por qué toma otro auto si me llamó a mí?" Todo lo que hubo fue un contacto visual y dos movimientos de brazo, sobre los cuales sin embargo se habla en analogía a una expresión. Todo lo que pasó fue una coordinación de la coordinación de conductas: desde el momento del contacto visual, el taxista y el hombre en la vereda están coordinados y fijados el uno en el otro. El segundo movimiento de brazo, el círculo dibujado en el aire, coordina entonces su coordinación. Resumiendo: cada vez que en el devenir de las interacciones nos encontramos con una coordinación de coordinaciones conductuales, tenemos que ver con lenguaje. Afirmo que esos son los procesos que tienen que pasar para que uno pueda decir que en una situación dada se usó el lenguaje[C2Por su parte, el resto de seres vivos utilizan coordinaciones conductuales sin ser coordinadas; es decir poseen un mensajero, un mensaje y un receptor.] .



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