Sabiduría sistémica

Pörksen: Alguna vez, en un homenaje, lo describió como un maestro zen en el arte de tratar con sistemas. ¿Cómo hay que entender eso?

Maturana: Heinz von Foerster entiende los sistemas de una manera muy profunda. Capta su matriz y detecta los vacíos y brechas del sistema que no están afectados por la matriz. En estos vacíos es capaz de moverse con total soltura y perfecta seguridad en sí mismo, y en caso necesario también hacerse invisible. Recuerdo una vez que salimos a hacer un trámite y necesitábamos un estacionamiento. Heinz von Foerster aparcó su auto directamente delante del cuartel de policía donde habla un cartel que decía: "Sólo vehículos autorizados". Se bajó muy campante y le pregunté preocupado por qué quería estacionarse exactamente ahí y si realmente estaba autorizado. "No", me contestó, "pero como todos saben que aquí sólo se puede estacionar con permiso, incluso la policía creerá que tengo uno. Si no, ¡no dejaría mi auto exactamente en ese lugar!""¡A mi me pillarían en seguida!" fue mi reacción. – "Claro", me dijo "si tú mismo crees que no tienes derecho a dejar tu auto ahí". Fue una conversación esclarecedora para mí, porque por un lado evidenció el enfoque sistémico de Heinz von Foerster, y al mismo tiempo la poca confianza que tenla en mí mismo. El que quiera actuar al interior de un sistema, pensé, no sólo tiene que saber cómo funciona, sino que necesita confiar plenamente en su propia comprensión y actuar de la manera correspondiente.


Fig. 14: Heinz von Foerster y Humberto Maturana al margen de una conferencia

Pörksen: Después de unos meses en el BCL volvió a Chile con una primera síntesis de su teoría cognitiva en el equipaje. Aquí colaboró con Francisco Varela con quien publicó una serie de libros, entre ellos también el bestseller El árbol del conocimiento.

Maturana: De nuevo en Santiago, apoyé en su regreso a Chile a Francisco Varela (que había hecho un doctorado en Harvard), y le hice un espacio en mi laboratorio. Un día me dijo que si yo estaba en lo cierto con mis consideraciones sobre la organización circular de los sistemas vivos, entonces debería ser posible formalizarlas. Le contesté que antes de cualquier formalización hacía falta una descripción netamente verbal, porque solamente lo que se ha entendido a cabalidad deberla ser expresado en un formalismo.

Pörksen: Lo que significa que el criterio para el uso de un formalismo es el momento cuando uno empieza a desarrollarlo y a usarlo. El que empieza demasiado pronto, a lo mejor se priva de un entendimiento más amplio, bloquea su razonamiento.

Maturana: Exactamente. Porque uno no traduce a un formalismo el fenómeno respectivo, sino que la comprensión actual y momentánea que uno tiene de él. Por eso para mí fue importante empezar por la descripción verbal, la que resultó en la publicación de un librito titulado De máquinas y seres vivos.

Pörksen: Francisco Varela ve su reflexión común, que gira en torno a la organización de lo vivo y finalmente desemboca en la teoría de la autopoiesis, ante el telón de fondo del clima político en Chile. En esa época, el socialista Salvador Allende fue elegido presidente. Si uno quería, podía percibir una actitud generalizada de renovación. "Teníamos claro", escribe Varela, "que nos habíamos embarcado en un viaje que era decididamente revolucionario y no ortodoxo, y que el coraje necesario para hacerlo nacía del ambiente reinante en Chile ... Los meses que llevaron al desarrollo del concepto de la autopoiesis, están indisolublemente vinculadas con el Chile de aquella época".

Maturana: Decididamente no estoy de acuerdo con eso. No me interesa para nada ocupar una posición revolucionaria o no ortodoxa, o medir mis trabajos con esos parámetros. Quizás mis pensamientos a algunos les parecieron revolucionarios, pero yo mismo nunca fui revolucionario. Quiero hacer un trabajo impecable, eso es todo. Si Francisco Varela escribe eso sobre aquella época, habla por sí mismo. En aquel momento él estaba empezando a familiarizarse con mis reflexiones sobre la organización circular de los sistemas vivos, era mi alumno, alguien que recién estaba descubriendo y aprendiendo algo que a mí me tenla ocupado hace mucho tiempo, en realidad desde los días de mi infancia. No quiero que esto suene como agresivo, pero yo ya habla desarrollado todos los conceptos cuando en 1970 empezamos a escribir y a trabajar juntos en mi laboratorio. Repito que mis consideraciones sobre la autopoiesis de sistemas vivos no tuvieron nada que ver con lo que estaba sucediendo en Chile en ese instante. Más bien fue al revés: mi comprensión teórica me sirvió para entender lo que estaba pasando en mi país.

Pörksen: ¿Puede darnos un ejemplo?

Maturana: Poco antes de la elección de Allende, asistí por pura curiosidad y junto a Francisco Varela y nuestro amigo común José Maria Bulnes, a las reuniones de un grupo político que se autodenominaba La O (de organización). Lo habla fundado un comunista y su objetivo era concientizar a los trabajadores en las fábricas sobre los privilegios y sueldos de unos pocos. Con este fin se sacaba un pequeño diario que repartíamos al amparo de la noche entre los obreros con el fin de darles la posibilidad de observar sus propias condiciones de vida. Cuando Allende finalmente salió elegido, en general se decía que la izquierda ahora tenla un acceso democrático al poder. Los miembros del grupo se juntaron para deliberar. ¿Deberla el grupo disolverse? ¿Deberían seguir trabajando clandestinamente? ¿No serla lo más sensato integrarse a uno de los partidos existentes? A pesar de que no tenla ningún cargo con poder de decisión, logré participar en esa reunión y en algún momento pedí la palabra y dije: "Están cometiendo un error. Hablan de Allende como si se tratara de un presidente electo, pero eso no es correcto. De hecho ha sido nombrado presidente, y eso es algo distinto. Porque entre los tres candidatos no logró más que una ínfima mayoría de votos".

Pörksen: Cada candidato obtuvo en esa votación aproximadamente un tercio de los sufragios.

Maturana: Así es. Y dos tercios del pueblo no votaron por él. La mayoría matemática no significaba de ningún modo que la mayoría de los chilenos lo habla elegido y ahora lo apoyaría. Por eso pedí: "La organización cuya disolución están discutiendo aquí, en una situación como esta deberla intentar obtener mayor poder y de todas maneras permanecer en la clandestinidad. La confrontación de fondo todavía está por llegar". Por supuesto que el grupo se disolvió, y llegó el día en que la oposición dentro del pats tuvo la fuerza suficiente como para intentar el golpe, y todo se acabó. Aquella discusión me parece ejemplar hasta el día de hoy: esa gente estaba ciega frente a la dinámica que los había llevado a su situación momentánea. Les faltaba la capacidad de observación. Porque aquí, si se quiere, me encontré con mi propia teoría en acción. Esa fue una experiencia importante, pero las ideas fundamentales que finalmente llevaron al concepto de la autopoiesis ya las habla desarrollado con anterioridad.

Pörksen: ¿Es posible que la brecha que uno percibe entre usted y Francisco Varela tenga que ver también con que usted tiene otro estilo de pensamiento? Varela está muy interesado en traducir sus ideas a un lenguaje matemático, a formalizarlas. En cambio usted repetidamente criticó, también en nuestra conversación, ese interés por una formalización prematura.

Maturana: Eso es seguramente un punto decisivo. Yo siempre fui un biólogo, mientras que él siempre fue, diría yo, un matemático.

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